El día 13 de abril de 1922, Rafael Alducín, periodista y fundador del periódico “Excélsior” anuncia lo siguiente:

“Excélsior pretende que el diez de mayo de todos los años sean consagrados por los hijos a enaltecer en vida o en memoria a quienes les dieron el ser”.

Esta convocatoria es avalada e impulsada por José Vasconcelos, entonces secretario de Educación Pública para que se instituyera un día en especial para rendir homenaje a todas las madres. Se dice que la idea de celebrarlo en el mes de mayo se basa en la tradición religiosa de dedicar este mes al culto de la Virgen María, posteriormente, en el año 1923, el papa Pio XI respalda la iniciativa de Alducín, dándole más relevancia a la conmemoración.

En 1944, Manuel Ávila Camacho coloca la primera piedra de lo que sería el Monumento a la Madre en la Ciudad de México, mismo que fue inaugurado el 10 de mayo de 1949 por el presidente Miguel Alemán Valdés.

Las tres esculturas que componen el monumento son obra de Luis Ortiz Monasterio, y el entorno arquitectónico art-deco en que se ubica es un diseño de José Villagrán García. En la placa de bronce pulido que data de esa fecha, se lee lo siguiente: “A la que nos amó antes de conocernos”.

Sin embargo, 50 años después, el 1º de junio de 1998 un grupo feminista encabezado por Esperanza Brito Martí, adiciona una segunda placa con la leyenda “Porque su maternidad fue voluntaria”.