En México, las demandas y reclamos de las mujeres para ejercer el derecho al sufragio iniciaron desde finales del siglo XIX. Ellas reclamaban reconocimiento y más autonomía gracias a las ideas de Reforma y al auge de las publicaciones femeninas de la época.

El 6 de abril de 1952 más de 20 mil mujeres se congregaron en el Parque 18 de marzo de la Ciudad de México para demandarle al entonces candidato a la presidencia, Adolfo Ruiz Cortines, que se plasmara en la Constitución el derecho de las mujeres a votar y ser electas.

El político se comprometió a cumplir esa petición. Siendo ya presidente, se promulgaron las reformas constitucionales para otorgarle el voto a las mujeres en el ámbito federal.

Fue hasta el 17 de octubre de 1953 que se publicó la adición al artículo 34 constitucional que dice: “son ciudadanos de la República los varones y las mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos: haber cumplido 18 años, siendo casados, o 21 si no lo son, y tener un modo honesto de vivir”.

Finalmente, el 3 de julio de 1955 las mujeres acudieron por primera vez a las urnas a elegir diputados federales.